Así lo reflejaba el rótulo de la entrada: La Pepita, ¡ha cerrado! un rótulo histórico por el que ya se piden miles de euros en Ebay, cuyo diseño y grafismo parecen propios de los mismísimos Victorio & Lucchino. Poco más de un año hemos estado desde este blog apoyando a uno de los locales más carismáticos de Malasaña, en donde nos tomábamos la(s) primera(s) y celebramos decenas de cumpleaños (eso sí, cantándolos bajito porque enseguida el metre te echaba la bronca). Siempre recordaremos La Pepita por lo que fue: un lugar en donde el portero de la puerta velaba por tu seguridad, la chica de la barra siempre te echaba una sonrisa nada más verte, el metre te buscaba la mesa con las mejores vistas, con una decoración cargada de glamour, una misteriosa receta de croquetas mejor guardada que la fórmula de la CocaCola... y sobre todo, ese "algo" inexplicable que tod@s cogimos cariño y que hacía de La
Pepita un lugar entrañable. Apartir de ahora habrá que buscar otro punto de encuentro para quedar con l@s amig@s, otro lugar donde empezar las noches de fiesta y otro lugar en donde de donde te inviten a salir de allí a la 1:30h. en punto. Pero siempre diremos con la cabeza bien alta eso de "Yo estuve en La Pepita", "Yo salí de La Pepita a cuatro patas... y sin ayuda", etc. Hemos tenido la suerte de haber nacido en esa generación que le tocó vivir las noches de La Pepita, y así se lo contaremos a las siguientes generaciones: a nuestros hijos, nuestros nietos, bisnietos... que sólo la conocerán por los libros de historia, y porque siempre nos marcará el decir eso de "Yo soy de La Pepita", sintiendo los colores, los grados de alcohol y los litros de aceite.MUCHAS GRACIAS A TOD@S AQUELL@S QUE MOSTRÁSTEIS VUESTRO APOYO.
Nos veremos, en otros bares, y recordaremos cómo eran nuestras noches en La Pepita. Cuando ocurra eso diremos: "¡Hombre, tú también eras de La Pepita!"
- ¡¡ H A S T A - S I E M P R E ! ! -
